miércoles, 14 de noviembre de 2012

Congestión de los pechos

Para ayudar a evitar la congestión del pecho

Asegurarse que el bebé mama en una posición correcta, con la boca bien abierta y de frente a la madre.
Que mame sin restricción alguna desde el nacimiento; si el bebé toma el pecho a menudo ( entre 8 y 12 veces en veinticuatro horas) la madre tiene menos posibilidades de que sus senos se congestionen.
Si el bebé duerme mucho, animarlo a mamar al menos cada dos o tres horas.

No dar suplementos de suero glucosado o leche artificial.
No limitar el tiempo que el bebé está mamando.
Si el pecho está tan hinchado que el bebé no puede agarrarse del pezón, sacar un poco de leche hasta dejar la areola blanda.
Antes de poner al bebé a mamar poner calor y dar masaje al pecho; esto hará que la leche fluya con más facilidad.
No es recomendable usar pezoneras o biberones aunque sean de leche materna extraída; pueden ocasionar confusión al bebé quien no aprenderá a mamar eficientemente.
Si el bebé por algún motivo no puede mamar directamente del pecho, la leche extraída se le puede dar con vasito, jeringa o cucharita.
Entre toma y toma aplicar compresas frías (paños con agua fría o hielo picado envuelto en una toalla, nunca directamente sobre el pecho).
La madre no necesita restringir la ingesta de líquidos, debe seguir tomándolos según su sed.
Si la madre siente dolor, su médico puede recetarle algún analgésico compatible con la lactancia.

Generalmente al poner en práctica estas medidas los síntomas desaparecen en 48 horas; si estos persisten consultar con el médico. 
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